Trabajar por cuenta ajena nunca te va a hacer rico

De todas formas esto puede que te afecte o puede que no. No todo el mundo quiere conseguir llegar a ese estado financiero aunque probablemente más de los que lo confiesan 😉 Esta entrada está ubicada en una nueva categoría que he creado para hablar de temas bloggero-financieros y en definitiva de como hacernos “un poco más ricos” tratando de aprender a gestionar el dinero que ganamos en Internet tras muchas horas detrás de la pantalla y en ocasiones con sudor y lágrimas.

Desde hace un año atrás hasta el día de hoy en el que me encuentro escribiendo estas líneas mi situación financiera ha experimentado bastantes cambios y eso me ha llevado a darme cuenta de cosas sencillas de entender pero algo más complicadas de llevar a cabo. Una de ellas es la correcta gestión del dinero. Pero vayamos paso por paso.

En marzo de 2013 empecé como redactor por primera vez en redes de blogs, era un momento que sabía que marcaría mi vida tanto en lo personal como en lo económico, porque a pesar de que todo parecía indicar que lo que estaba haciendo era una absurdez (y ahora verás porqué) yo sentía que tenía y sobre todo quería hacerlo.

El primer día que me dieron paso en 3 blogs de una red de por si bastante grande trabajé todo un día entero para publicar mis 3 primeros artículos a un precio de 1,5 euros cada uno. En ese momento sabía que aún no había nacido en Internet y que era un precio justo, no obstante por aquellos días lo que buscaba no era dinero, sino experiencia.

Tras acabar con todos los artículos del mes mi retribución ascendía a una media de 90 euros (oh! un gran sueldo) pero lo peor de todo es que tras pagar la cuota de autónomos (porque por supuesto, las grandes redes de blogs te suelen pedir que seas autónomo) el sueldo se me quedaba en 30 euros mensuales. Casi a euro por día. (Por aquel entonces la ley de emprendedores hacia que primeros autónomos pagásemos solo 50 euros de cuota).

El caso es que en ese momento mi vida era lo que se podría calificar como “normal”. Vivía en casa de mi padres (igual que ahora), trabajaba bastantes horas al día delante del ordenador (igual que ahora) y tenía una vida estable (igual que ahora). En el momento presente es probable que el mes que viene alcance un pico cercano a los 3.000 euros en bruto y ahora mis ingresos proceden de una empresa de Inbound Marketing, de mi propia red de blogs y dentro de poco de una tercera fuente que revelaré muy pronto en uno de los siguientes artículos… Pero entonces ¿Cómo es posible que aparentemente todo siga como si nada?

El principio de Parkinson y los bloggers

Una de las leyes que observo que cada vez trata de cobrar más sentido en mi vida, por más que trato de impedirla el paso, es la ley de Parkinson.

Uno de sus principios básicamente nos viene a decir algo así como que independientemente de a que nivel aumenten nuestros ingresos, los gastos tenderán a aumentar hasta cubrir de nuevo todos los ingresos y volveás a llegar “al punto muerto”.

Para que os hagáis una idea. A lo largo de los meses de verano (y teniendo en cuenta que el mes de agosto he estado completamente offline) he podido llegar a facturar entorno a unos 4.000 euros trabajando desde casa.

Wow! hace un año me hacía 30 en un mes, supongo que ahora eso será mucho dinero… ¿no es cierto? Pues te aseguro que en realidad no tanto como puedas pensar. He tenido que arreglar el coche, me voy a cambiar el ordenador por un Mac dado que mi Pc ya está agonizando y me he pagado unas vacaciones modestas. Y se acabó el dinero (en el mes de septiembre me va a costar hasta echar gasolina). El principio de Parkinson ha sido capaz de absorberlo todo y ha sido (entre comillas) superior a mi hipotética inteligencia financiera.

Puedes pensar que no, que en realidad eran gastos necesarios, y en verdad creo que al menos estos lo eran, pero esa es una premisa que muchas veces solemos extender a todo y con la que tenemos que tener mucho cuidado. Los bloggers (por citar uno de los perfiles de profesional online) muchas veces estamos sometidos a mucha presión sentados en la silla y delante de la pantalla y en muchas ocasiones nuestra capacidad de desconexión mental de nuestro trabajo es mínima. Cuando percibimos nuestra remuneración es normal e incluso lógico que queramos o incluso necesitemos gastarla.

Aunque eso sea diferente a lo que dice nuestro querido amigo Kiyosaki…

El cuadrante del flujo del dinero

Este verano me he vuelto a animar con uno de los libros de Kiyosaki: “El Cuadrante del flujo del Dinero“. En su día he de reconocer que disfrute bastante leyendo Padre Rico Padre Pobre, y en el momento actual tenía algunas reticencias acerca de sus teorías porque tengo la sensación de que este autor es “demasiado Gurú” con todo lo que eso conlleva. No obstante a pesar de todo, una vez más vi en el libro algunas cosas que me gustaron y principios con los cuales me sentí reflejado y que me gustaría compartir.

La teoría del cuadrante del flujo del dinero es que existen 4 tipos de profesionales en el mundo y en función a su forma de trabajar se sitúan en un lado o en otro del cuadrante. La habilidad financiera para moverse con soltura de un lado a otro del cuadrante es uno de los principios que en teoría nos hace aprender a controlar el dinero y evitar que el dinero nos controle a nosotros.

Las personas nos dividimos en:

• E: Empleados. Profesionales que trabajan y obtienen sus ingresos trabajando para terceros.
• A: Autoempleados. Confeccionados por freelance o profesionales independientes “sin jefe”.
• D: Dueños de negocio. Empresarios y capitalistas. Crean la riqueza y coordinan equipos humanos.
• I: Inversores. Invierten como medio principal de captación de recursos económicos.

En el colegio nos enseñan a ser unos buenos E pero por contra unos pésimos D y sobre todo I. Aunque Kiyosaki se esfuerza por promulgar “que no es mejor pertenecer a un cuadrante o a otro” todo el libro va encaminado a contarte que la verdadera riqueza está en el lado D e I del cuadrante (en el lado derecho) y que si quieres llegar a ser realmente rico la verdadera manera de conseguirlo es pasando casilla a casilla hasta llegar a los citados lados D e I.

Y de todas las explicaciones, las que más me gustaron fueron las del lado D ya que te muestra como es la concepción “ideal” de un D exitoso > Genera empleo y consigue personas que trabajen en su negocio y la manera que tiene de enriquecerse es obteniendo tiempo y dinero de otras personas (tiempo cuando los trabajadores trabajan para ti y dinero cuando los clientes finales consumen tu producto).

Sin embargo, hay una característica que según Kiyosaki debe de tener un buen D (dueño de negocio) que me gustó por encima de todas las demás, la cual estaba viviendo en ese momento en mis mismas carnes:

<<Un D debe poder ausentarse de su negocio y en su ausencia éste debe continuar creciendo>>

Un A (autoempleado) en teoría no podría hacerlo, ya que si no trabaja no cobra. Y si un E deja de estar contratado y por lo tanto no trabaja también deja de percibir retribución. En el momento de leer esas líneas me encontraba de vacaciones y según el Analytics de mis blogs el negocio seguía creciendo (y además gracias a los grandes profesionales que tengo detrás el mes de agosto ha sido espectacular en términos de tráfico en mi red).

Este tipo de conducta será la que contribuirá a algún día poder crear un modelo de negocio sostenible que pueda generar ingresos de manera autónoma y de ese modo, cuando los números cuadren, poder estar un poco más cerca de ser rico…

Mis intenciones para hacer crecer aún más mis ingresos utilizando el dinero

Los blogs de Universal pegan cada mes más fuerte. Dentro de poco cambiaremos los themes y presentaré las páginas de manera oficial en Blogger3.0 pero a pesar de eso las cifras de ingresos aún son de lo más discretas. Todavía hay que optimizar más el Adsense y conseguir más anunciantes directos así como explotar otras vías, pero en los próximos meses quiero tratar de comenzar a invertir una parte residual de los ingresos.

La línea de inversión que estoy planteando llevar a cabo en los próximos meses es esencialmente la siguiente:

• Invertir en el proyecto. Si no sabes en que invertir (básicamente porque no sabes invertir, que sería lo normal) uno de los mejores sitios donde meter el dinero es tu proyecto si es que realmente apuestas por él. Contenidos, menciones sociales y enlaces. Ahí irá el dinero.
• Invertir en bolsa a través de uno de los lectores de mi blog. Una de las grandes cosas que me ha pasado a partir de la página es conocer a lectores que posteriormente se han vuelto amigos. Ellos saben quienes son 😉 Además, tengo cada vez más interés en aprender a invertir en bolsa.

Lo interesante de todo esto es que quiero utilizar mi blog como una especie de diario profesional y los avances financieros serán narrados en la categoría Get Rich or Die Trying.

Ten en cuenta que trabajar por cuenta ajena nunca te va a hacer rico. Rico se vuelve el que crea un negocio y es capaz de invertir bien su dinero. No obstante es posible que en esta fase no estés buscando eso… puede que estés buscando pasar por la fase previa y lo que busques es experiencia o simplemente puede que quieras una vida acomodada pero lejos del estrés que supone el tratar “de hacerse millonario”, objetivos para los cuales, la estabilidad de trabajar por cuenta ajena puede convertirse en algo sumamente valioso.